
El GI-GESPLAN colabora en el Proyecto CONFOOD-19 ¿Cómo está afectando el confinamiento a nuestra manera de alimentarnos? conjunto entre Universidad de Castilla-La Mancha, Universidad de Córdoba y Cátedra FESBAL-UPM
PROYECTO CONFOOD-19
Conocer cómo afecta a la alimentación de los ciudadanos el confinamiento decretado para frenar la pandemia del coronavirus. Este es el objetivo de una encuesta lanzada por un equipo de investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), la Universidad de Córdoba y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) a través del Grupo de investigación GESPLAN y la Cátedra FESBAL-UPM.
El proyecto, bautizado Confood-19, aborda cuestiones relacionadas con la obtención de los alimentos (como la planificación de la compra, clave para evitar el desperdicio), su preparación y su consumo durante la crisis sanitaria. Forma parte del equipo Ignacio de los Ríos, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB) y director del grupo de investigación Planificación y Gestión Sostenible del Desarrollo Rural/Local (Gesplan), vinculado a la Cátedra Banco de Alimentos.
La Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB) participa en el proyecto lanzando la encuesta para conocer las consecuencias de la crisis sanitaria en los hábitos alimentarios (puedes ampliar información aquí).

Participa en el Proyecto CONFOOD-19 realizando la ENCUESTA. Sólo te llevará 10 minutos. ¡Todos sumamos!
¿Cómo afecta el confinamiento a nuestra manera de alimentarnos?
La odisea en la que se ha convertido hacer la compra hace que mejore nuestra planificación, una cuestión clave para evitar el desperdicio de alimentos, porque cuándo planificas lo que vas a comer, incluso los caprichos, se reduce la improvisación y se adquieren productos imprescindibles. Otra cuestión destacable, pese a que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) indica que no hay evidencia de que los alimentos sean una vía de transmisión del virus, es que en la mitad de los hogares encuestados indican estar más preocupados por si los alimentos que compran están contaminados.

Fuente: El diario del campo de Castilla-La Mancha