ABSTRACT

La formación basada en la promoción y capacitación de sus recursos endógenos es un elemento clave para el desarrollo de los territorios rurales. En este sentido, la educación, como elemento transformador de las actitudes de las personas, actúa de resorte promoviendo la participación de la población local como agente activo y protagonista de su propio desarrollo. Este artículo muestra y analiza la experiencia de 25 años de la asociación Instituto de Desarrollo Comunitario de Cuenca (IDC de Cuenca), aplicando una metodología de formación específicamente concebida y diseñada para zonas rurales de baja densidad de población. Esta metodología denominada formación-desarrollo se articula en la lógica del proyecto como dispositivo estructurador de la formación y en el grupo como entidad de trabajo. Durante estos 25 años la formación-desarrollo ha sido la herramienta de procesos formativos que han impulsado la puesta en marcha de proyectos profesionales, sectoriales y económicos que han promovido el desarrollo rural y la participación de las comunidades rurales de baja densidad de población.

Palabras clave: Formación-desarrollo; participación; desarrollo rural; desarrollo local.