2004-2006: Reducción de la Vulnerabilidad de los pequeños productores cafetaleros

Título del Proyecto: Reducción de la Vulnerabilidad de los pequeños productores cafetaleros ante las crisis de la Seguridad Alimentaria
Carácter del Proyecto: Internacional
Entidades participantes: Asociación Nacional del Café-ANACAFE (Guatemala), Instituto Hondureño del Café-IHCAFE (Honduras), Organizaciones de pequeños productores, Municipalidades de las zonas cafetaleras, Programa Especial de Seguridad Alimentaria (PESA) CentroaméricaPESA GuatemalaPESA HondurasCátedra Alfonso Martín Escudero, Universidad Politécnica de Madrid
Duración: 2004-2006
Investigador responsable: Ignacio Trueba

  

EDUCACIÓN DE LA VULNERABILIDAD DE LOS PEQUEÑOS PRODUCTORES CAFETALEROS ANTE LAS CRISIS DE SEGURIDAD ALIMENTARIA (CENTROAMERICA)

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El mercado mundial del café se encuentra sumergido desde hace varios años en una profunda crisis, cuya característica más visible es el hundimiento de los precios en los mercados internacionales, con el consiguiente efecto en los países productores y en sus sociedades. Entre las causas de esta crisis, existe cierto consenso en admitir que están las siguientes:

Por el lado de la oferta, una sobreproducción continuada, cuyo origen está tanto en una parte de los productores tradicionales (Brasil) como en la aparición de nuevos productores, en especial Vietnam.

Por el lado de la demanda, por un consumo estancado a nivel global, en el que las diferencias entre las diversas variedades de café verde se van reduciendo gracias a los avances técnicos.

Desde la propia estructura del mercado, porque un número reducido de grandes multinacionales concentra cuotas de mercado muy altas (cercanas al 50%), beneficiándose de una situación de precios a la baja en origen y estables en el consumo final.

En Centroamérica, la crisis del café se sumó a un panorama económico regional poco halagüeño, caracterizado por el debilitamiento de la demanda externa, en especial por la desaceleración de la economía estadounidense y el persistente deterioro de los términos del intercambio. En el ámbito macroeconómico, las exportaciones de café centroamericanas han caído de forma continua. El colapso de las exportaciones de café contribuyó a profundizar la débil evolución de las ventas externas en general. A estos efectos habría que añadirle los medioambientales.

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Esta situación es especialmente grave si se atiende a que la mayor parte de los productores son micro ypequeños propietarios. Además, la baja rentabilidad del cultivo ha conducido a numerosos productores a suspender las labores de cosecha del grano, y a reducir las inversiones de mantenimiento, renovación y mejora de las estructuras productivas. El efecto sobre el empleo es directo, produciendo que los niveles de desempleo rural estén alcanzando niveles críticos. Por otro lado, esta crisis, al ser en sus orígenes eminentemente rural, acentúa los procesos de migración hacia las zonas urbanas, y ha provocado situaciones de hambre generalizada en algunas zonas de la región.

Ante esta situación, ETEA y la Fundación ETEA para el Desarrollo y la Cooperación, la FAO, a través del PESA en Centroamérica (Guatemala, Honduras y Nicaragua), y la Cátedra Alfonso Martín Escudero (CFAME-UPM) han decidido poner en marcha un proceso conjunto de apoyo al sector cafetalero de la región, especialmente orientado hacia los pequeños productores y las poblaciones más afectadas por la falta de seguridad alimentaria.
Este proceso se iniciaría con un primer proyecto, con el que se pretende reducir la vulnerabilidad de los pequeños productores cafetaleros de las zonas referidas ante crisis de inseguridad alimentaria como la que se está viviendo en la actualidad. El proyecto beneficiará a unos 1200 pequeños productores de estas zonas, asociados o pertenecientes a cooperativas, si bien sus efectos se extenderían a un número amplio de otros pequeños productores, a otros integrantes del sistema productivo (proveedores y, especialmente, a jornaleros) y a las sociedades rurales donde el proyecto se implante.

El proyecto se desarrollará a través de la creación, en las zonas indicadas, de unas unidades de apoyo (centros de apoyo al sector cafetalero, CECAFE) a estos pequeños productores, organizados o al menos con capacidad para organizarse, aprovechando la implantación territorial del PESA, IHCAFE y ANACAFE. Estas unidades actuarán en seis líneas complementarias:

Apoyo en la diversificación productiva complementaria:

Se aportarán a los pequeños productores y sus asociaciones y/o cooperativas capacitación, asesoramiento y acompañamiento en medidas de diversificación de cultivos y actividades generadoras de ingresos que complementen tanto la renta como la alimentación de las familias de los productores, reduciendo su dependencia del cultivo de café como única fuente de ingresos .Las iniciativas deberán orientarse según los siguientes criterios:

  • Ser compatibles con el cultivo de café; no se pretende una sustitución de cultivos, sino una complementariedad de éstos.
  • Ser productos tradicionalmente cultivados y consumidos en las zonas de aplicación del proyecto, pero que han sido desplazados por la tendencia al monocultivo cafetalero.
  • Ser actividades generadoras de empleo agrícola y no agrícola, que contribuyan a la generación de ingresos.

Apoyo en la gestión económica y agronómica:

Las actuaciones en este ámbito irán en la línea de la capacitación, asesoramiento y acompañamiento, tanto a los productores como a sus asociaciones y cooperativas, en temas como la gestión económica de la explotación, el análisis de costes y precios, la contabilidad y el control de la gestión, etc., así como en lo relativo a las mejoras tecnológicas de bajo insumo en los sistemas productivos, partiendo del café.

Apoyo para el aumento del valor añadido del café:

La mayor parte de las zonas objeto de este proyecto tienen potencialidad para la producción de café de calidad (variedad arábica, estricta altura, capacidad de tratamiento orgánico...). Teniendo como referencia los procesos de generación de denominaciones de origen que se están poniendo en marcha en Honduras y Guatemala, y en los que participan tanto IHCAFE como ANACAFE, el proyecto extenderá hacia los productores las características que estas D.O. exigirán de la producción de café y su procesamiento. El procedimiento será el mismo en los casos en que se decidan adoptar algunos de los estándares internacionales existentes (café de comercio justo, orgánico, amigable con el medio ambiente...). En cualquier caso, las acciones encaminadas a lograr un aumento del valor añadido estarán en función de las potencialidades de cada territorio.

Paralelamente, se realizarán y pondrán en marcha:

  • Planes de marketing que ordenen y organicen todas las medidas dirigidas a aprovechar el potencial valor añadido.
  • La adopción de nuevas técnicas de tratamiento del cultivo del café, en especial las acordes a cumplir los estándares de calidad que vayan siendo marcados en el proyecto según el contexto.
  • El apoyo a medidas de integración de la cadena de valor, aumentando así las fases del tratamiento del café realizadas por las organizaciones de cafetaleros y/o sus cooperativas.
  • Acciones de mejora de la comercialización.

Apoyo al fortalecimiento institucional:

Dadas las características del proyecto, el fortalecimiento de las instituciones vinculadas a él será otra de sus principales líneas. Por un lado, la participación como contrapartes de IHCAFE y ANACAFE les permitirá dotarse de una mayor capacidad de acercamiento al pequeño productor rural, garantizando la sostenibilidad futura del proyecto. Pero serán las cooperativas y organizaciones de pequeños cafetaleros las principales beneficiadas en esta línea, por los propios resultados del proyecto y por el efecto que tendrá el articular sus actividades a través de estas instituciones. Se buscará un fortalecimiento de las instituciones a través de un fortalecimiento de su membresía. En este sentido se potenciará la participación directa de las mujeres como miembros y como dirigentes de las cooperativas.

Refuerzo de la seguridad alimentaria:

El diseño partirá de los diagnósticos realizados, y contará con el apoyo de profesionales de PESA en el terreno y de CFAME-UPM desde España. En este diseño se contará con la participación de los futuros beneficiarios. La falta de ingresos en las familias cafetaleras, como consecuencia de las crisis del café, ha provocado en ellas la falta de acceso a los alimentos necesarios para una dieta equilibrada que no ponga en peligro su salud y les conduzca a la malnutrición y subnutrición. Por otro lado, las condiciones climáticas de sequía han provocado la ausencia de alimentos almacenados en los silos y por lo tanto, no existen recursos económicos con los qué comprar el maíz y el frijol, alimentos básicos para la seguridad alimentaria. Además, esta actividad tendrá como fines la mejora de la dieta, la adaptación de los cultivos complementarios a la dieta de las familias cafetaleras, etc.

Programa de investigación:

Este programa se enmarca dentro del marco general del proyecto y constituye una oportunidad de aprendizaje y sensibilización para estas personas. El diseño del programa de investigación será conjunto entre investigadores/as locales y expatriados. Se creará un fondo de investigación para investigadores/as locales conocedores de la realidad, que apoyen y den a conocer la situación de los caficultores y que contribuyan o faciliten el proceso de autoestima, generación de confianza, estimulando los cambios. Por otro lado, 4 investigadores/as de ETEA y de CFAME-UPM realizarán estancias en Honduras y Guatemala para desarrollar líneas de investigación en seguridad alimentaria y café.

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Una fortaleza fundamental del proyecto es su intención de incardinarse en los procesos emprendidos por las diferentes instituciones vinculadas al café. Por un lado, la coordinación en el marco de instituciones como IHCAFE y ANACAFE asegura su acoplamiento con los procesos nacionales de respuesta a la crisis. Pero el hecho de contar con el apoyo expreso de las Oficinas Técnicas de Cooperación de la AECID Honduras y AECID Guatemala, así como el haberse construido desde la base de la complementariedad con sus estrategias y actuaciones, garantiza además el encaje con las medidas a emprender por la Cooperación Española en este campo, aprovechando las sinergias a generar entre unos proyectos y otros. En este sentido, el proyecto ha sido construido tomando como referencia el marco que supone el Plan de respuesta a la crisis del café en Centroamérica elaborado por la AECID. Por último, el proyecto cuenta con el apoyo expreso también de FAO, tanto a través del PESA (como parte integrante del proyecto) como por la propia institución (así ha sido confirmado con los representantes de FAO Honduras y FAO Guatemala)

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